Factor Malaver: El 11N visto en el mejor y peor escenarios

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manuel malaverManuel Malaver

El mejor escenario para el 11N podría ser que gobierno y oposición, explorados los inconciliables desacuerdos, procedan a un mutuo reconocimiento y continúen en una agenda que, a pesar de, ejerza presión para que, tanto un factor, como el otro, se acerquen y, a más tardar, en el primer trimestre del próximo año, se planteen detectar puntos de encuentro y reinicien el diálogo.

Y el peor sería que Maduro –como es su costumbre-pateé la mesa, repita la cantaleta de que “ni con balas ni con votos” y desafíe a la oposición a que se enfrenten en la calle y sea el pueblo, o el Ejército, los que decidan la suerte final de su gobierno.

En otras palabras que, el diálogo, analizado desde el punto de vista de sus beneficios inmediatos, concluiría en una perfecta inutilidad, pero con relación a los riesgos a futuros a que se exponen gobierno y oposición, resultaría desastroso para Maduro

Y es que, si bien la oposición se deslució dándole a Maduro la oportunidad de aparecer como “el Gran Dialogador”, puede recuperarse después de la demostración del “sucesor de Chávez”, en el sentido, de que, lo menos que le interesa es dialogar para llegar a acuerdos, y su único objetivo obvio, es ganar tiempo para continuar con su dictadura.

Un verdad evidente de la que muy pocos venezolanos dudan,  al igual que  algunos presidentes de América y Europa irreprochablemente democráticos y amigos de la causa de Venezuela, pero que otros, cuestionan o son neutrales o indiferentes,  y frente a ellos, todo cuanto haga Maduro para que despierten, es valiosísimo.

No es el caso de Venezuela y los venezolanos, sobre todo de los demócratas, para quienes, como decía ayer el presidente de “Causa R” y diputado, Andrés Velásquez, Maduro es un soberano tramposo y embustero, y al cual, si hay que simular creerle, es para que los incrédulos se convenzan de su verdadera catadura.

Una jugada sofisticada y riesgosa, sin lugar a duda, pero que vale la pena implementar para que Maduro se aísle aún más y su salida de Miraflores cuente con lo menos dolientes posible.

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